Ahora nos toca decir hasta el año que viene, ha llegado el momento.
Cuesta, aunque no lo parezca tener que pedir que descuelguen las pancartas que
han presidido orgullosas la pista nº 1 y la terraza de verano; allí a la vista
de todos los socios de la RST y para recordar a todos los visitantes que se
estaba celebrando uno de los acontecimientos deportivos mas importantes y
longevos de Granada.
Cuesta verlas enrolladas, cargarlas al hombro, y llevarlas a que tomen
ese sueño aletargado, que las haga despertar ilusionadas con una próxima
edición.
Allí ha estado, la de la pista, impertérrita, viendo como unos se
irritaban por los continuos fallos, sintiendo como suyas la merma de facultades
de algunos participantes, pero también animándoles con su silencio. Celebrando
a su manera los triunfos de los ganadores, y comprendiendo la tristeza del
perdedor. Desde allí ha oído gritos de impotencia, quejas de mala suerte,
quejas por la suerte del contrario, de llamar a Manolo y que les cambie las
bolas, de que algunas bolas bajan con nieve, de quien se pregunta si esa bola
ha entrado, así podríamos estar todo este folio y no acabaríamos.
También, como no podía ser de otra manera,
se ha sonreído paternalmente viendo como jugadores la mayoría entrados en años,
y alguno muy entrado, han competido con sus armas y mejor voluntad en un
deporte que quieren con locura, y al que a la vez que disfrutan, practican el
ejercicio desde tantos púlpitos recomendado.
La pancarta de arriba, de esa es mejor no
escuchar lo que nos dice. Esta muy contenta de estar ahí, eso si, pero también
comprende que chavales como nosotros suban el tono de las palabras y las
conversaciones terminan en contarnos situaciones picantillas que hacen que las
carcajadas se oigan al otro lado del valle del Genil. Es el otro lado
Rodríguez, es la tercera parte de esto. Deporte, gastronomía y diversión, ahí
es nada.
Como decimos nosotros los Rodríguez. ¡Que haríamos estos días de verano
si nos faltara esto! Eso preguntárselo al Alcachofas y al Aceitunas apoyado por
De La Rosa.
Nos vemos en la Cena del 14
Saludos cordiales,
Pepe Moreno
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